Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) son trastornos mentales asociados a un comportamiento disfuncional frente a la ingesta de comida y una obsesión por el peso, como respuesta a una insatisfacción con su imagen corporal.
Este tipo de comportamientos puede provocar problemas de salud como enfermedades cardíacas y renales, o incluso la muerte.
Los TCA son afecciones de origen multifactorial (genético, biológico, conductual, psicológicos o sociocultural) y no sólo se sufre físicamente, sino que sus vidas se pueden ver afectadas a nivel psicológico y social.
Estos trastornos mentales pueden llegar a afectar a todas las personas, aunque existe una mayor prevalencia en mujeres. Según la Asociación TCA Aragón, los TCA son más frecuentes en mujeres (9 de cada 10 casos), siendo su prevalencia en España de 4,1 a 6,4 por ciento en mujeres entre 12 y 21 años, y de 0,3 por ciento para los hombres. Y el 94% de los afectados son mujeres de 12 a 36 años.
Los TCA más comunes son la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa y el trastorno por atracón. Se trata de patologías que aparecen de manera progresiva, y por este motivo, es importante conocer las señales de alarma con el objetivo de detectarlas y comenzar el tratamiento lo antes posible.
Existen señales que pueden ponernos en sobre aviso por la presencia de la enfermedad, pero lo más recomendable es que ante estas señales se consulte con un equipo de profesionales que pueda realizar un diagnóstico.
Síntomas en relación con los hábitos de alimentación:
Síntomas en relación con el peso o la imagen corporal:
Síntomas en relación con los comportamientos sociales y aspectos psicológicos:
Según algunos estudios, cuanto mayor tiempo pase sin que este trastorno sea tratado, el cerebro se ve más comprometido. Esto explicaría por qué la recuperación se hace más difícil a medida que la enfermedad persiste en el tiempo. Según los resultados de esta investigación, el pronóstico mejora notablemente cuando el diagnóstico es realizado dentro de los tres primeros años de la enfermedad,
Según la Associació Contra l’Anorèxia i la Bulímia (ACAB), un rasgo típico de los TCA que se da en muchos casos, sobre todo al inicio de la enfermedad, es la falta de conciencia por parte del paciente. Esa falta de interiorización del problema conlleva una escasa motivación para el cambio y hace esencial el papel de las familias.
Un diagnóstico precoz por parte del especialista es fundamental para mejorar su pronóstico y prevenir la cronicidad de la enfermedad.