Neuroscience doctor holding clipboard showing treatment against brain disease to patient with eeg headset. Woman sitting in neurological scientific laboratory treating nervous system dysfunctions.
Según un metanálisis, publicado en línea en el ‘Journal of Neurology Neurosurgery & Psychiatry’, la estimulación cerebral profunda puede aliviar la mitad los síntomas del trastorno obsesivo-compulsivo grave (TOC).
El TOC se caracteriza por pensamientos obsesivos intrusivos y persistentes, junto con comportamientos disfuncionales y ritualizados. Se cree que afecta hasta al 3% de las personas.
La estimulación cerebral profunda, que implica la implantación de electrodos dentro de ciertas áreas del cerebro para regular los impulsos eléctricos anormales, ha surgido en las últimas décadas como un tratamiento potencial para aquellos con síntomas graves.
Los investigadores revisaron y agruparon sistemáticamente los resultados de 34 ensayos clínicos publicados entre 2005 y 2021, con el objetivo de evaluar críticamente qué tan bien la estimulación cerebral profunda alivia el TOC y los síntomas depresivos asociados en adultos.
En promedio, los síntomas habían persistido durante 24 años. Se informaron problemas de salud mental coexistentes en 23 estudios e incluyeron depresión mayor (más de la mitad de los participantes), trastorno de ansiedad y trastorno de personalidad. El período medio de monitorización después de la estimulación cerebral profunda fue de 2 años.
El análisis mostró que la estimulación cerebral profunda redujo los síntomas en un 47%, y dos tercios de los participantes experimentaron una mejora sustancial durante el período de monitoreo. El análisis secundario reveló una reducción de los síntomas depresivos notificados, con una resolución completa en casi la mitad de los participantes y una respuesta parcial en otro 16%.
Los hallazgos llevan a los investigadores a concluir que hay una sólida base de evidencia en apoyo del uso de la estimulación cerebral profunda para el tratamiento del TOC persistente grave y la depresión asociada. Pero también de debe tener en cuenta que requiere una implantación crónica del dispositivo y riesgos asociados de posibles complicaciones.