Nurse holding her patients hand
El primer miércoles de mayo se celebra el Día Mundial de la Salud Mental Materna, con la finalidad de sensibilizar a la población mundial acerca de la importancia de prevenir, detectar y brindar tratamiento a los trastornos del ánimo que pueden aparecer en cualquier momento durante el embarazo y los primeros 12 meses después del parto, los llamados trastornos mentales perinatales.
Se estima que el 20% de las madres puede llegar a sufrir algún tipo de trastorno de estado de ánimo y ansiedad, tales como depresión posparto, ansiedad posparto, trastorno obsesivo compulsivo posparto, trastorno bipolar posparto y psicosis posparto.
Estas estimaciones pueden verse agravadas porque 7 de cada 10 mujeres ocultan o minimizan sus síntomas por miedo a sufrir una estigmatización por parte de la sociedad.
Según datos ofrecidos en la web World Maternal Mental Health Day, entre el 20 y el 25 % de los embarazos terminan en aborto espontáneo (pérdida del bebé antes de las primeras 20 semanas del embarazo) o mortinato (bebé que muere después de 28 semanas de embarazo, pero antes del parto o durante este). Además del dolor de la pérdida, estas mujeres pueden llegar a sentir que su duelo es silenciado o minimizado.
El duelo es un proceso natural que ocurre tras una pérdida, pero el duelo gestacional y perinatal tiene unas características diferenciadoras de otros tipos de pérdida. Se trata de un proceso totalmente necesario que debe contar con el apoyo, la compresión y el respeto de las personas que nos rodean.
Cuando una pareja decide que desean ser padres, empiezan a gestar a nivel mental y emocional su futuro hijo. Esto implica expectativas, ilusiones y proyectos.
Al producirse la muerte del bebé, se trata de una situación tan inesperada que, cuando se da el diagnóstico, las pacientes se quedan estado de shock como mecanismo de autodefensa, para protegerse del impacto ante la noticia. No se trata solamente de una pérdida física, también se trata de la pérdida de un proyecto de vida.
¿Cómo proporcionar apoyo?
Tras la comunicación de la muerte, se sucede una cascada de acontecimientos en los que los profesionales médicos deben saber conducir, orientar y ayudar a los padres.
Existen guías para mejorar la interacción entre el personal sanitario y las familias que se ven afectadas por este tipo de pérdidas, como es el caso de la “Guía de atención al duelo gestacional y perinatal” de la Consejería de Salud del Principado de Asturias. Según indican en esta guía, los datos concluyen que una gran parte del personal sanitario (y los sistemas de gestión) no está preparado o formado para atender adecuadamente a las mujeres que sufren una muerte perinatal.
Según se indica en esa misma guía, la literatura científica expone que la falta de apoyo podría tener efectos negativos sobre el proceso de duelo al desautorizar la identidad de las madres, padres y del/la bebé, además de restarle significado a la muerte.
Según la Asociación Sociedad Marcé Española de Salud Mental Perinatal, se puede mostrar el apoyo necesario en ese momento con una serie de acciones:
¿Cuándo y cómo abordar un nuevo embarazo?
Según profesionales del Servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital General Universitario de Albacete, hay que decirles a los padres que hasta que no se sientan bien física y psíquicamente, no deberán plantearse una nueva gestación. En términos generales, que la duración de un duelo, tras una pérdida perinatal, suele durar 6 meses o más.
Los especialistas aconsejan que, después de una pérdida fetal, el siguiente embarazo debería ser controlado con apoyo psicológico, puesto que los miedos y ansiedades estarán presentes todo el embarazo.
La aceptación es un proceso que tarda semanas, meses o años en producirse. Lo aconsejable es que las parejas expresen entre ellos sus sentimientos. Es necesario validar el dolor y reconocer la pérdida.