Interior of empty science laboratory with modern equipment prepared for treatment innovation of nervous. System using high tech and microbiology tools for scientific research in neurological lab
Científicos de la Universidad de Cardiff, en Reino Unido, han descubierto nuevos vínculos entre la interrupción del desarrollo de las células cerebrales y el riesgo de esquizofrenia y otros trastornos psiquiátricos, según publican en la revista Nature Communications.
Se sabe que los factores de riesgo genéticos alteran el desarrollo del cerebro en varios de estos trastornos, pero se sabe poco sobre qué aspectos de este proceso se ven afectados. Esta investigación es la primera vez que se relaciona la alteración genética de procesos celulares específicos cruciales para el desarrollo del cerebro con el riesgo de enfermedad en una amplia gama de trastornos psiquiátricos.
Según el doctor Andrew Pocklington, uno de los directores del estudio científico, los factores genéticos desempeñan un papel importante en la determinación del riesgo de que una persona desarrolle trastornos psiquiátricos. Por lo que descubrir los procesos biológicos en los que inciden estos factores de riesgo genéticos es un paso importante para entender las causas de las enfermedades.
Identificaron varios conjuntos de genes que se activan durante la neurogénesis (nacimiento y desarrollo temprano de las células cerebrales humanas), tanto in vitro como en el cerebro fetal humano y cada conjunto parece desempeñar un papel funcional distinto. Los investigadores demostraron que los factores de riesgo genético que contribuyen a la esquizofrenia y otros trastornos psiquiátricos estaban muy concentrados en estos conjuntos.
Los trastornos relacionados con la alteración de estos genes incluían tanto afecciones de aparición temprana (retraso en el desarrollo, autismo y TDAH) como, lo que es más sorprendente, afecciones de aparición más tardía (trastorno bipolar, depresión mayor) en las que generalmente no se cree que la alteración del desarrollo cerebral temprano desempeñe un papel importante.
Esto plantea la cuestión de si algunos de estos genes -que se activan por primera vez mucho antes de nacer- siguen activos más adelante en la vida y contribuyen a la función cerebral madura, donde pueden ser objeto de tratamiento.
Aunque queda mucho por descubrir, los hallazgos de este estudio aportan una valiosa información sobre los orígenes del desarrollo de trastornos psiquiátricos como la esquizofrenia.