La mayoría de la población es consciente de que hay muchos tipos de enfermedades mentales: desde la depresión hasta el trastorno bipolar pasando por la ansiedad y la esquizofrenia pero no todo el mundo conoce que se pueden tratar con un tratamiento profesional adecuado y de que la mayoría de los que las padecen pueden llevar unas vidas llenas y productivas. La estigmatización y los mitos sobre las enfermedades mentales son los que se interponen en el camino de la búsqueda de un tratamiento crucial a tiempo. Estas son algunas de las ideas equivocadas sobre enfermedades mentales.
- Los niños no suelen tener problemas de salud mental. Los problemas de salud mental y los signos de advertencia tempranos no son inusuales en los niños. En el colegio y en casa hay que estar alerta y actuar rápidamente cuando un niño muestra un comportamiento que no es propio de él, ya que un diagnóstico temprano puede aumentar significativamente la eficacia del tratamiento e incluso llevar a una recuperación completa.
- La gente con problemas de salud mental es violenta y peligrosa. La gran mayoría de las personas con problemas de salud mental no son violentas en absoluto. La Asociación Estadounidense de Psiquiatría ha dejado claro que «la mayoría de la gente violenta no padece enfermedades mentales». Si acaso, es más probable que los sufridores de alguna enfermedad mental sean las víctimas de violencia.
- Muchos trastornos de salud mental son consecuencia de los pensamientos y las acciones de uno mismo. Aunque es cierto que el estrés y la ansiedad son consecuencia de los pensamientos y los actos de uno mismo, estos no son necesariamente los causantes de los problemas de salud mental. Pueden ser los detonantes a veces, o incluso las consecuencias de una enfermedad causada por factores que vienen determinados por la genética o la química cerebral. Los eventos traumáticos o que conllevan mucho estrés también pueden ser el detonante de una enfermedad mental. Son consecuencia de una combinación de muchos factores biológicos, sociales y ambientales.
- Los problemas de salud mental son de origen puramente biológico o genético. Aunque es cierto que los estudios más recientes indican que muchas enfermedades mentales tienen una base genética, también se sabe que los factores ambientales desempeñan un papel principal a la hora de determinar quién acaba desarrollando un trastorno. Aunque puede que algunas personas sean más susceptibles a desarrollar una enfermedad mental como la depresión, es posible que lleven una vida perfectamente feliz si están expuestos al ambiente adecuado.
- Las enfermedades mentales son intratables. Se ha avanzado mucho en el campo de la psicofarmacología y hay medicamentos que ayudan con muchas enfermedades mentales. Muchos individuos tienen respuestas positivas a medicamentos para la depresión, para trastornos maníacodepresivos e incluso para la esquizofrenia. Por supuesto, deben ser prescritos y controlados por un profesional. Algunas personas también mejoran con terapia psicológica, que es un procedimiento en el que también han habido innovaciones.
- La terapia psicológica no vale para los niños ni para sus problemas. Debido a la estigmatización y a la desinformación generalizada, mucha gente se resiste a llevar a sus hijos al psicólogo. De la misma manera, rara vez consideran ir al psicólogo ellos mismos para que les ayuden a entender mejor a sus hijos. La terapia psicológica ayuda a entender y a manejar los comportamientos irracionales y disfuncionales que los padres han observado en sus hijos. Un profesional puede ser capaz de diagnosticar cualquier condición subyacente y proporcionar un tratamiento a tiempo. La terapia ayuda a los padres a comprender los factores de riesgo y los traumas que afectan a sus niños pequeños o a sus hijos adolescentes y a desarrollar una mejor relación con ellos.
- Si buscas tratamiento, acabarás en el hospital. Tener una enfermedad mental no implica necesariamente locura o demencia. Simplemente significa que existe un problema de salud mental. Si estás extremadamente ansioso o deprimido o ves que tienes un mal comportamiento, lo mejor es buscar el apoyo de la familia y empezar con un tratamiento. La hospitalización solo es necesario en casos extremos.
- Las personas con tendencias suicidas necesitan que se les interne de inmediato. Las personas con estas tendencias necesitan una terapia adecuada y no deberían ser tratadas como si estuvieran locas. Hay muchas factores que pueden causar reacciones como la depresión, el trastorno bipolar o el estrés extremo. Si no se tratan a tiempo, pueden acabar en la trágica pérdida de una vida. Antes de juzgar precipitadamente es importante informarse sobre las señales de advertencia del suicidio e intervenir de una forma apropiada.
- Los problemas de salud mental pueden tratarse dentro de la familia. El miedo a la estigmatización lleva a la gente a intentar esconder sus propios problemas o los de los miembros de su familia. Aíslan al que sufre el problema del mundo exterior y piensan que le están ayudando. Lo que en realidad están haciendo es perder un tiempo que podría invertirse en conseguir el apoyo psicológico y la ayuda médica apropiados. Posponer el tratamiento siempre es mala idea. Hay profesionales preparados para ayudar.
- Los beneficios del ejercicio y de la dieta para la salud mental están sobrevalorados. Según investigaciones médicas, los factores relacionados con el estilo de vida, como seguir una dieta equilibrada y hacer ejercicio regularmente, pueden reducir el riesgo a desarrollar depresión y controlar otros trastornos mentales. De esta forma se puede ayudar tanto al cuerpo como a la mente siguiendo una dieta sana que consista en proteínas, vitaminas, minerales, carbohidratos y grasas de origen natural. Además, el ejercicio, el yoga y la meditación son herramientas excelentes para mantener la mente sana y minimizar los riesgos para la salud mental.