Los pacientes con trastorno límite de la personalidad con alto riesgo de suicidio pueden encontrar en las intervenciones que incluyen terapias dialécticas conductuales una medida más para combatir su enfermedad, según se publicó la semana pasada en JAMA Psychiatry. El estudio se realizó sobre 99 mujeres que padecían este trastorno mental a las que se les realizó un seguimiento de un año de tratamiento para ver cómo evolucionaban y ver con qué componentes de estas terapias obtenían mejores resultados y cómo influía el entrenamiento en las habilidades que forman parte de las terapias.
Los investigadores concluyeron que una variedad de intervenciones de estas terapias en las que intervienen terapias individuales, sesiones de coaching teléfono y terapias de grupo realizadas con terapeutas, entrenados en el protocolo de evaluación y gestión del riesgo de suicidio TDC son eficaces para reducir los intentos de suicidio. Las intervenciones que incluyen el entrenamiento en habilidades TDC son más eficaces que estas mismas terapias en las que no interviene un entrenamiento del paciente en las habilidades.
Estas terapias combina diversas técnicas cognitivo-conductuales, dirigidas a la regulación emocional y pruebas de realidad, con los conceptos de tolerancia a la angustia, aceptación y la plenitud de conciencia, en gran parte derivados de la práctica de meditación budista. Hasta el momento se desconocía cómo influían sus diversos componentes en la evolución del paciente.
El entrenamiento en las terapias permite al paciente lograr unas habilidades de comportamiento que le ayudan a lograr sus objetivos. Estas principales habilidades de comportamiento son: