El trastorno bipolar lo sufre un 2% de la población.
El trastorno bipolar es uno de los trastornos mentales que más atención genera en los medios pero del que aún existen demasiados interrogantes. La mejor manera de luchar contra los prejuicios que tiene la sociedad sobre esta enfermedad es la información y precisamente por ello se agradece que este fin de semana algunos de los diarios online más importantes hayan difundido un extenso artículo acerca de la enfermedad que publicó la agencia de noticias Europa Press.
En dicho artículo se menciona que alrededor de un 2% de la población de todo el mundo sufre trastorno bipolar por lo que en España estaríamos hablando de cerca de un millón de personas aquejadas de esta enfermedad mental. Aunque no todas estén diagnosticadas se calcula que esta es la cifra aproximada de afectados en nuestro país. Su diagnosis tarda en realizarse entre ocho y diez años y la mitad de los afectados no sabe que la padecen. Se trata de un trastorno que altera el estado de ánimo en que se alternan episodios maniacos con depresiones aunque también existen pacientes que presentan al mismo tiempo síntomas de las dos caras de la enfermedad.
Si los pacientes no toman su medicación tanto los episodios maníacos como los depresivos pueden durar un tiempo indeterminado muy prolongado pero realizando el tratamiento específico estaríamos hablando de únicamente unas semanas llegando a vivir largos periodos en que tienen un estado de ánimo normal.
Los síntomas que nos alertan de que una persona puede estar sufriendo este trastorno mental son mucho más evidentes durante la fase maníaca pero cuesta reconocerlos en la fase depresiva ya que no se distingue al de una depresión unipolar habitual. Los antecedentes familiares deberían ser también un motivo más para tener en consideración esta enfermedad como posible causa de estos síntomas. El abuso de sustancias, la ansiedad y los trastornos alimenticios son otros síntomas que aunque se relacionen con la enfermedad, dificultan el diagnóstico.
Son diferentes los tratamientos farmacológicos que se utilizan en la estabilización de los pacientes con trastorno bipolar. Entre ellos se encuentra la quetiapina que es un principio activo que interactúa sobre un nutrido grupo de neurotransmisores en el sistema nervioso central del paciente, pero especialmente sobre los receptores de serotonina y dopamina, regulándolos efectivamente, y devolviéndolos con el tiempo a la normalidad. Otros fármacos que se utilizan son la olanzapina, el litio, el valproato y la lamotrigina.
Dentro de estos factores que interfieren en el manejo del trastorno bipolar es importante el control del estrés así cómo mantener buenos hábitos de sueño y realizar una actividad física que ayude al descanso. Las causas del desarrollo enfermedad están por descubrir y aunque hay un componente genético demostrado, los estudios se centran en qué factores son los que desencadenan la aparición de la enfermedad como son los acontecimientos vitales estresantes ya sean por motivos laborales o sentimentales.