Los trastornos bipolares se tratan de unas de las condiciones mentales incapacitantes caracterizadas por cambios del estado de ánimo episódicos y progresivos con etapas maníacas y depresivas. Una investigación publicada en la revista Nature ha analizado los mecanismos de la microbiota intestinal y su comunicación con el sistema inmune, demostrando que este binomio resulta un pilar fundamental para descubrir nuevas terapias y mejorar el manejo clínico de estos pacientes.
La composición de la microbiota intestinal de los pacientes con trastornos bipolares es diferente a la de los individuos sanos, lo que respalda su participación en la patogénesis de estas entidades complejas. Por otra parte, la investigación ha recopilado información de diferentes estudios, en los que se afirma que los cambios observados en la microbiota intestinal pueden correlacionarse con las manifestaciones clínicas, incluidos los tipos y las fases de este tipo de trastornos.
El eje microbiota-intestino-cerebro es considerado una influencia para el desarrollo de los trastornos bipolares a través de la modulación del sistema nervioso entérico y central, con un enfoque en sus acciones inmunomoduladoras, mientras influye en la inflamación intestinal, sistémica y cerebral.
Según indican los resultados del estudio, parece haber una interacción entre la neurotransmisión aberrante, la inflamación crónica de bajo grado y el estado metabólico del huésped que explicaría las fluctuaciones de humor características en este trastorno complejo e incapacitante.
El trastorno bipolar, como muchas otras condiciones psiquiátricas, está relacionado con una diversidad microbiana reducida y una abundancia relativa diferente de filos bacterianos en comparación con la de los individuos sanos. Además, según el metaanálisis realizados han encontrado alteraciones en poblaciones microbianas específicas en estos pacientes. Las diferencias en la composición de la microbiota intestinal podrían explicar parcialmente las manifestaciones clínicas (tipos y fases) del trastorno bipolar.
Según los investigadores, profundizar en esta línea de investigación abre la puerta al más que posible desarrollo de enfoques traslacionales prometedores, junto con un mejor seguimiento de los individuos que sufren la patología, mejorando potencialmente el manejo clínico y la calidad de vida de estos pacientes.