En un reciente estudio investigadores de la Universidad Johns Hopkins han encontrado que un historial de infecciones por cándida (o levadura) es más común en los hombres que sufren trastorno bipolar o esquizofrenia en comparación con aquellos que no sufren estas enfermedades mentales. En el caso de las mujeres no se ha encontrado la misma relación pero las enfermas de esquizofrenia o trastorno bipolar que dieron positivo por infecciones de este hongo tuvieron peores resultados en una prueba de memoria estándar que las mujeres con esquizofrenia o trastorno bipolar que no habían sufrido estas infecciones.
Los investigadores aseguran que estos hallazgos descritos en la publicación npj Schizophrenia no establecen una relación de causa y efecto entre la enfermedad mental y las infecciones por levaduras, pero pueden apoyar a un examen más detallado en el estilo de vida, las deficiencias del sistema inmunológico y las conexiones entre el intestino-cerebro como factores que contribuyen al riesgo de trastornos psiquiátricos y deterioro de la memoria. «Es demasiado pronto para señalar las infecciones por cándida como causa de la enfermedad mental o viceversa», afirma Emily Severanc, profesora que ha participado en el estudio. «Sin embargo, la mayoría de las infecciones por cándida se pueden tratar en sus primeras etapas, y los médicos deben tener presente estas infecciones en sus pacientes con enfermedades mentales«, añade. Estas infecciones pueden prevenirse mediante la disminución de la ingesta de azúcar y otras modificaciones en la dieta, la evitación de antibióticos innecesarios, y la mejora de la higiene.
Para el estudio se tomaron muestras de sangre de un grupo de 808 personas entre 18 y 65 años. Este grupo estaba compuesto de 277 personas control sin antecedentes de trastorno mental, 261 individuos con esquizofrenia y 270 personas con trastorno bipolar. Los investigadores utilizaron las muestras de sangre para cuantificar la cantidad de anticuerpos de tipo IgG de la cándida, lo que indica que se ha pasado una infección de la levadura. Después de tener en cuenta factores como la edad, la raza, los medicamentos y el estado socioeconómico, lo que podría sesgar los resultados, se buscaron patrones que sugerían vínculos entre las tasas de enfermedad mental y las infecciones.
Encontraron que el 26% de las personas con esquizofrenia tenía anticuerpos de la cándida en comparación con el 14% de los varones de control. También los hombres con trastorno bipolar tenían una tasa superior, del 26.4%, aunque no pudieron determinar si se debía a otras causas como la falta de vivienda que debido a la falta de higiene aumenta el porcentaje de infecciones. Sin embargo no encontraron ninguna diferencia encontrada en la tasa de infección entre las mujeres con esquizofrenia (31,3%) y las mujeres sin esta enfermedad (29,4%).
Además, para determinar si la infección afectó las respuestas neurológicas, todos los participantes en el estudio realizaron una evaluación de 30 minutos de tareas cognitivas para medir la memoria inmediata, la memoria retardada, las habilidades de atención, el uso del lenguaje y las habilidades visuales y espaciales. Los resultados mostraron que los hombres y mujeres sin enfermedades mentales no presentaron diferencias medibles en las puntuaciones en estas cinco respuestas neurológicas independientemente de haber sufrido infecciones o no de este hongo. Sin embargo, los investigadores observaron que las mujeres con esquizofrenia y trastorno bipolar que tenían una historia de infecciones por cándida tuvieron puntuaciones más bajas en las pruebas de memoria en comparación con aquellas mujeres sin infección que padecían estas enfermedades (un promedio de 11 puntos menos en la prueba de memoria inmediata y casi 15 puntos menos en la prueba de memoria retardada).
«Aunque no podemos demostrar una relación directa entre las infecciones por cándida y los procesos cerebrales fisiológicos, nuestros datos muestran que algunos factores están asociados y desempeña un papel en que afecta a la memoria de las mujeres con esquizofrenia y el trastorno bipolar, y esto es una vía que hay que estudiar más a fondo», asegura. «Debido a que la cándida es un componente natural del microbioma del cuerpo humano, un crecimiento excesivo de esta levadura o una infección en el tracto digestivo, por ejemplo, puede perturbar el eje intestino-cerebro. Esta interrupción en conjunción con un funcionamiento anormal del sistema inmune podría perturbar esos procesos cerebrales que son importantes para la memoria», concluye.