Las concentraciones de la proteína C reactiva (PCR), un conocido biomarcador de inflamación, son elevadas en todos los estados afectivos de pacientes con trastorno bipolar y las más altas concentraciones se producen durante los periodos de manía. Así lo muestra una nueva investigación publicada en la revista Lancet Psychiatry. «En mi opinión, la proteína C reactiva podría convertirse en un biomarcador de esta patología pues ayuda a definir quién se beneficiaría más de tratamientos dirigidos a la inflamación, lo cual es una de las principales metas de la medicina de precisión, decidir quién y quién no se beneficiara de cada tratamiento,» asegura la autora principal, la Dra. Brisa S. Fernandez, de la Escuela de Medicina de la Universidad Deakin en Australia.
En la actualidad no se dispone de biomarcadores fiables para el trastorno bipolar, aunque la evidencia puntualiza que la proteína C reactiva es una posible opción. De acuerdo con la hipótesis inmunitaria,»un incrementó en la activación inmunitaria se podría asociar a diversas enfermedades psiquiátricas, como el trastorno bipolar. Para llegar a esta conclusión realizaron un metanálisis de 27 estudios que incluyeron 2161 pacientes con trastorno bipolar y 81.932 personas de control sanas. La evaluación de los datos relacionados con las concentraciones de proteína C reactiva mostraron que en los pacientes con trastorno bipolar las concentraciones de proteína C reactiva eran más altas durante periodos de depresión, eutimia y, lo que es más significativo, manía.
Los incrementos en las concentraciones de proteína C reactiva no se relacionaron con mayor o menor gravedad de los síntomas en la manía o en la depresión; sin embargo, las concentraciones fueron moderadamente más reducidas tras la resolución de un episodio maníaco y después de un episodio depresivo. No se observó que las concentraciones de proteína C reactiva aumentaran con la duración del trastorno bipolar. Si bien los fármacos psiquiátricos se han asociado a incrementos en las concentraciones de proteína C reactiva, el análisis demostró que en los pacientes que tomaban medicamentos para tratar la manía y la depresión las concentraciones de proteína C reactiva eran más bajas que en los que no estaban recibiendo medicación.
Estos hallazgos son congruentes con la evidencia previa que indica los beneficios del tratamiento de algunos trastornos psiquiátricos con medicación antiinflamatoria, como ácido acetilsalicílico y estatinas. En un metanálisis publicado este año por el mismo equipo de investigadores, las estatinas demostraron eficacia como un tratamiento añadido de los síntomas de depresión moderada a grave y justificaba más investigación. «Aún no se ha determinado si las estatinas y otros fármacos antiinflamatorios desempeñan un rol en el tratamiento de la depresión en el contexto del trastorno bipolar,» concluyen los autores.