Este 30 de marzo se conmemora el Día Mundial del Trastorno Bipolar, día del nacimiento de Vincent Van Gogh, famoso pintor que fue póstumamente diagnosticado de padecer posiblemente este tipo de trastorno. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS). esta patología afecta a alrededor de 45 millones de personas en todo el mundo.
Se trata de una enfermedad mental que provoca cambios de ánimo muy intensos, caracterizándose por la alternancia de episodios maníacos (euforia) y episodios depresivos (tristeza, indiferencia o desesperanza). Estos dos tipos de episodios están separados por periodos de estabilidad conocido como episodios mixtos.
El trastorno bipolar también provoca cambios en el comportamiento, los niveles de energía y de actividad.
No se conoce la causa exacta del trastorno bipolar. Es probable que varios factores influyan en esta patología, incluyendo la genética (algunas veces se presenta en miembros de la misma familia), la estructura y función del cerebro y el ambiente en el que la persona se desarrolla.
Algunos estudios estiman que cuando el padre o la madre tienen trastorno bipolar, el riesgo del niño de padecerlo es del 15-30%. Cuando ambos padres de familia lo padecen, el riesgo aumenta a 50-75%.
El trastorno bipolar se inicia habitualmente en etapas tempranas de la vida, presentándose con frecuencia antes de los 20 años. Parte de la dificultad en el diagnóstico es que, con mucha frecuencia, el trastorno bipolar no se considera como una posible patología en los niños, retrasando su evaluación, lo que hace que pueda tener efectos negativos a posteriori.
Los síntomas de un trastorno bipolar en niños y adolescentes son muy similares a los presentados en los adultos.
Debemos tener claro que el trastorno bipolar no es lo mismo que los altibajos normales que experimentan todos los niños y adolescentes. Los síntomas bipolares son más extremos. La enfermedad puede hacer que a un niño le resulte difícil desempeñar bien las tareas en la escuela o relacionarse correctamente con sus amigos y familiares. Incluso puede llegar a ser peligrosa, ya que pueden llegar a pensar o intentar hacerse daño.
Los episodios anímicos constan de cambios inusuales del estado de, cambios en los hábitos de sueño, niveles de actividad, pensamiento o comportamiento. Estos episodios causan síntomas que duran de una semana a dos o incluso más. Durante un episodio, el síntoma puede durar todos los días la mayor parte del día.
Los síntomas durante el episodio de manía pueden ser:
Los síntomas durante el episodio depresivo pueden ser:
Este trastorno psiquiátrico puede ser difícil de diagnosticar en niños y adolescentes. Los síntomas pueden parecerse mucho a los de otros problemas como el TDAH, el consumo de sustancias o el trastorno de conducta.
Los cambios de humor que acompañan al trastorno bipolar pueden ser un desafío. Pero pueden controlarse con el tratamiento adecuado por parte de un especialista. El tratamiento suele incluir medicamentos (como estabilizadores del estado de ánimo) y terapia psicológica como complemento. Tratar la enfermedad tan pronto como sea posible tal vez pueda evitar que tu hijo tenga problemas más graves.