Aunque se crea que las personas nacemos con todas las células del cerebro que tenemos durante nuestra vida lo cierto es que el cerebro continúa desarrollando nuevas células hasta pasados los 2 años. Sin embargo, una pequeña región del cerebro como es el hipocampo se cree que es capaz de producir nuevas células a través del trabajo de la memoria y el aprendizaje. A pesar de esta excepción, lo cierto es que no se ha encontrado de momento la forma de regenerar las células del cerebro, por lo que cuando estas se desarrollan de forma anormal o se dañan, se deduce que pasaríamos a perder capacidad cognitiva. El cerebro para evitarlo tiene un mecanismo que se llama la reserva cognitiva y que compensa esta pérdida de células para que el cerebro siga trabajando a un rendimiento similar.
En la reserva cognitiva, el cerebro no crea nuevas células si no que las neuronas y las células del cerebro cambian la forma en que se comunican entre sí. Las neuronas se comunican a través de una red, por lo que cuando una vía no funciona, la señal elige una forma diferente de llegar a su destino. La capacidad del cerebro para activar este mecanismo depende de varios factores en función de la gravedad de los daños cerebrales. La mayor parte de investigaciones sobre la reserva cognitiva se han estudiado en relación a la enfermedad de Alzheimer y la esclerosis múltiple. En estos casos, el daño físico es más claro que en los trastornos mentales, como el trastorno bipolar y la esquizofrenia.
La estructura del cerebro de las personas con trastorno bipolar es diferente de aquellos que no padecen la enfermedad, por lo que teóricamente también puede beneficiarse de la teoría de la reserva cognitiva. Los pacientes con trastorno bipolar presentan déficits cognitivos que son similares a los de otras enfermedades donde está probado los beneficios de la reserva cognitiva: problemas de memoria, incapacidad para concentrarse, pensar rápido, la inhibición y la toma de decisiones. En una investigación reciente, se ha demostrado que cuanto mayor es el nivel de la reserva cognitiva en los pacientes con trastorno bipolar, mejor calidad de vida tienen estos pacientes ya que presentan menos síntomas.
Pero, ¿cómo se puede mejorar la reserva cognitiva? Hay una serie de prácticas con la que se puede trabajar y ayudar a crecer la reserva cognitiva y la función cognitiva.