Los hábitos de vida saludables son todos aquellos cambios de funcionamiento que mejoran el día a día del paciente; por ejemplo, dormir un mínimo suficiente de horas, entre siete y ocho, e irse a dormir y despertarse siempre a la misma hora. Es importante también evitar el consumo de drogas, ya que incrementan los síntomas de delirios y alucinaciones y ocasionan numerosas disputas en el seno de la familia, puesto que comportan olvidos en la toma de medicación. Dentro de los hábitos de vida saludables destacan el mantenimiento de la vida social y las relaciones laborales, y sobre todo el ejercicio físico, porque libera sustancias como las endorfinas, que condicionan una mayor sensación de bienestar al organismo.