Un algoritmo que estudia las expresiones faciales y los movimientos de la cabeza de los niños podría ayudar a los médicos a diagnosticar trastornos como el autismo o al trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH). Diagnosticar el autismo o el TDAH no es sencillo, pero es imprescindible que los médicos observen el comportamiento de los niños para evaluarlos. Muchos de estos gestos se producen en los niños con ese tipo de trastornos «y los comportamientos visuales son similares«, asegura Michel Valstar de la Universidad de Nottingham, Reino Unido. Su equipo decidió automatizar algunos de estos comportamientos para identificarlos.
El grupo capturó imágenes de 55 adultos mientras leían, escuchaban historias y respondían a preguntas. «Las personas con autismo no siempre alcanzan las sutilezas sociales y emocionales» que sí poseen los demás, dice Valstar. Los participantes se dividieron en cuatro grupos: personas diagnosticadas con autismo, personas con TDAH, personas con ambos trastornos o ninguno. El ordenador aprendió a detectar las diferencias entre los grupos. Por ejemplo, las personas con ambas condiciones eran menos propensas a levantar las cejas cuando veían información sorprendente.
Los investigadores utilizaron también el movimiento de la cabeza para medir la atención de los voluntarios. Usando ambas medidas, el sistema diseñado por el equipo identificó correctamente a las personas con TDAH o condiciones similares al autismo en el 96% de los casos. Este avance puede ser una herramienta muy útil para diagnosticar, pero sin olvidar el trabajo de los equipos médicos. «Estamos creando herramientas de diagnóstico que acelerarán el diagnóstico pero los médicos añaden ética y valores morales al proceso», recuerda Valstar.