Según un estudio desarrollado por el Centro Médico del Hospital Infantil de Cincinnati (Estados Unidos), los niños con lesiones cerebrales que han provocado su hospitalización, pueden tener un mayor riesgo de TDAH (Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad), enfermedad que se caracteriza por ser un síndrome conductual, una alteración del comportamiento de los niños en relación a los estímulos externos. El estudio se ha publicado esta semana en la revista científica JAMA Pediatrics.
Para llegar a esta conclusión se examinaron los datos de 187 niños ingresados entre enero de 2003 y junio de 2008, 81 niños con edades comprendidas entre los 3 y 7 años que fueron hospitalizados por sufrir una lesión cerebral traumática, y los 106 restantes, que fueron hospitalizados por sufrir otro tipo de lesiones. Hay que decir que ninguno de los niños participantes en el estudio habían sido diagnosticados con TDAH.
Los investigadores realizaron un seguimiento de todos los niños durante un periodo de 7 años (entre diciembre de 2009 y abril de 2015), durante este periodo, un 26% (48 niños) desarrollaron los síntomas del Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad, constatando que los que sufrieron una lesión cerebral traumática tenían hasta tres veces más posibilidades de desarrollar el trastorno, en comparación con los niños que habían sufrido otro tipo de lesiones.
Los expertos consideran que los niños con antecedentes de lesión cerebral traumática, incluso si se trata de lesiones poco graves, tienen mayor riesgo de desarrollar déficit de atención varios años después de haber sufrido este tipo de lesión. Los investigadores comentan que no se conocen exactamente los cambios cerebrales que se producen y que conducen a los problemas de atención tras haber sufrido una lesión cerebral.
Se cree que estos cambios se producen a nivel celular y estructural en el cerebro, lo que afectaría a la comunicación entre las distintas áreas cerebrales, pero se trata de una teoría y es necesario aprender y profundizar sobre cómo las lesiones pueden alterar el desarrollo cerebral en la infancia y derivar en problemas como el TDAH. Hay que destacar que el tipo de lesión y su gravedad guardaban relación con el mayor riesgo de sufrir TDAH: cuanto más grave es la lesión, mayor es la probabilidad de que un niño sufra el trastorno años después.
Aunque en principio los datos parecen respaldar la relación, lo cierto es que el estudio es pequeño y los resultados no terminan de ser concluyentes, no se realiza distinción entre los tipos de lesiones cerebrales, no se sabe si ya existían probables antecedentes de que los niños sufrieran el trastorno, además de otras irregularidades. Pero la investigación sienta una base para profundizar en el tema y poder determinar si las lesiones cerebrales podrían ser un factor de riesgo para sufrir la enfermedad.