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Mediante el análisis de las fluctuaciones de diferentes estados cerebrales, los neurocientíficos del Centro Nacional de Investigación Synapsy (Suiza) han identificado un nuevo marcador neurológico del trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH).
Los resultados del estudio, publicados en la revista ‘Biological Psychiatry: Cognitive Neuroscience and Neuroimaging’, aportan pruebas de un biomarcador más sólido del TDAH y contribuyen así a que la psiquiatría se convierta en una disciplina médica más precisa.
El TDAH afecta al cinco por ciento de los adultos, lo que lo convierte en uno de los trastornos psicológicos más comunes. El diagnóstico clínico actual se basa únicamente en cuestionarios que se centran principalmente en los síntomas de inatención e impulsividad.
Sin embargo, los neurocientíficos especulan que las causas del TDAH, aunque todavía no se conocen bien, tienen una base biológica y genética, lo que sugiere que podrían existir biomarcadores que ayuden a su diagnóstico.
Este método utilizado por los investigadores se utiliza para observar los aspectos espaciales y temporales combinados de la actividad cerebral. Mediante esta técnica, el equipo de investigación descubrió que un determinado estado de actividad cerebral asociado al sueño y la atención duraba más tiempo entre las personas con TDAH.
La actividad cerebral fluctúa sucesivamente de un estado a otro mientras está en reposo, manifestando diferentes configuraciones espaciales en el campo eléctrico del EEG. Los neurocientíficos hablan sobre todo de cinco ‘micro’ estados o configuraciones principales, que van de la A a la E. Un electroencefalograma puede detectarlos y extraer de las grabaciones su frecuencia, duración y orden de aparición.
Utilizando este enfoque, los investigadores encontraron diferencias entre pacientes adultos con y sin TDAH. El ‘microestado’ cerebral A parece tener una duración más corta entre los pacientes diagnosticados de TDAH. Curiosamente, el equipo observó que el microestado D tenía una duración más larga en los pacientes con TDAH, y que esto se asociaba a una mayor alteración del sueño, un síntoma típico del TDAH.
Por tanto, el microestado D parece ser un biomarcador cerebral replicable para el TDAH. Además, parece estar asociado con el trastorno del sueño en esta población, un aspecto clave del TDAH.