Investigadores del Instituto de Ciencias del Cerebro RIKEN en Japón han identificado la proteína IRBIT como un actor clave para prevenir que se desarrollen la hiperactividad y las alteraciones sociales características del trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y el autismo. Publicado en ‘Proceedings of the National Academy of Sciences‘, el trabajo muestra que esta proteina juega un papel en la regulación de los niveles de dopamina en el cerebro y que su ausencia puede llevar tanto a la hiperactividad como al comportamiento social anormal. La proteína IRBTI es abundante en las dendritas, las partes de las neuronas que reciben corrientes de los axones vecinos.
Para entender la función de IRBIT, el equipo de investigación determinó primero qué otras proteínas interactúan con ella y cómo se altera este proceso. Cuando el equipo analizó el comportamiento de ratones carentes de esta proteína se dio cuenta que eran más activos en entornos abiertos y en sus jaulas, y que se relacionaban y se tocaban más con otros roedores con más frecuencia que los ratones de control. Los ratones sin IRBIT mostraron niveles anormalmente altos de dopamina y noradrenalina en la corteza prefrontal, el hipocampo y el cuerpo estriado, todas ellas regiones del cerebro involucradas en el comportamiento social, el aprendizaje/la memoria y la recompensa.
Estos hallazgos son importantes porque muestran cómo la proteína normalmente actúa para mantener el equilibrio correcto de la dopamina, y cómo su carencia puede conducir a la hiperactividad y la interacción social anormal, comportamientos característicos del TDAH y el autismo. El autor del informe Katsuhiko Mikoshiba, señala: «Cuando se observó el aumento de hiperactividad y alteraciones sociales en los ratones con IRBIT anulada, estábamos emocionados y especulamos con que la dopamina podría ser anormal. Y añade: «El fuerte vínculo entre IRBIT, la dopamina y anormalidades en la actividad locomotora y social abre la posibilidad de que la disfunción en IRBIT esté relacionada con trastornos del desarrollo humano como el TDAH y el autismo».