Glowing synapse multi colored neural communication in abstract design generated by artificial intelligence
Un nuevo estudio realizado publicado en Nature Communications muestra que un tipo de célula cerebral llamada astrocito desempeña un papel importante en la metástasis cerebral al reclutar una subpoblación específica de células inmunitarias.
Cuando un cáncer hace metástasis al cerebro casi siempre es letal, en parte porque existen muy pocas opciones de tratamiento. El hallazgo de este estudio podría ser un primer paso hacia la identificación de objetivos potenciales para terapias para combatir los cánceres que hacen metástasis en el cerebro.
Se conocen varios tipos de cáncer que hacen metástasis en el cerebro, incluidos los de mama, pulmón, carcinoma y melanoma. Una de las razones por las que los tratamientos convencionales no funcionan en estos cánceres después de que llegan al cerebro es porque el cerebro es un entorno muy diferente del resto del cuerpo, con células cerebrales únicas (neuronas y células gliales) que brindan un apoyo diferente a las células cancerosas metastásicas.
Para realizar este estudio, los investigadores buscaban comprender mejor las interacciones entre el cáncer y el cerebro que desencadenan la metástasis cuando las células cancerosas ingresan al cerebro. Se centraron en los astrocitos, un tipo de célula en forma de estrella que ayuda a formar conexiones entre las neuronas.
Utilizando modelos de ratones con metástasis cerebrales, los investigadores demostraron que cuando los astrocitos se exponían a las células cancerosas comenzaban a activar las vías del interferón tipo I. Se ha demostrado que el interferón tipo I, las citoquinas asociadas con la regulación de la inflamación, tienen efectos antitumorales. Sin embargo, cada vez más evidencia sugiere efectos controvertidos de la señalización de IFN tipo I en la inflamación crónica y el cáncer.
Descubrieron que la respuesta del interferón se activaba a un nivel bajo pero durante un período de tiempo prolongado. Esto podría explicar por qué un proceso que normalmente se asocia con ayudar al sistema inmunitario en realidad estaba causando daño al apoyar el crecimiento del tumor. Estudios anteriores han encontrado que la respuesta crónica de interferón de bajo nivel puede causar resultados negativos para la salud, anotó.
Cuando observaron más de cerca, los investigadores descubrieron que la señalización del interferón estaba activando la producción de una quimiocina llamada CCL2, que a su vez atraía células inmunitarias dañinas llamadas células mieloides monocíticas. Estas células promueven el crecimiento tumoral. Luego, los investigadores estudiaron ratones que fueron modificados genéticamente para abolir la activación del interferón tipo I en las células de los astrocitos. Descubrieron que los ratones a los que les faltaba esta vía tenían menos metástasis cerebrales.