Un importante estudio, coordinado por neurocientíficos de la Universidad de Bath (Reino Unido), ha revelado diferencias clave en la estructura cerebral entre personas con y sin anorexia nerviosa.
La anorexia, que es un trastorno alimentario grave y una afección de salud mental cuyos síntomas se caracterizan por personas que intentan mantener su peso lo más bajo posible al no comer lo suficiente.
Según los nuevos hallazgos, que se basan en análisis extensos de escáneres cerebrales tomados de pacientes de todo el mundo y se publican en la revista ‘Biological Psychiatry’ , muestran vínculos entre los cambios estructurales en el cerebro y los trastornos alimentarios.
Revelan que las personas con anorexia demuestran reducciones considerables en tres medidas críticas del cerebro: grosor cortical, volúmenes subcorticales y área de superficie cortical. Las reducciones en el tamaño del cerebro son significativas porque se cree que implican la pérdida de células cerebrales o las conexiones entre ellas. El equipo comenta que los tamaños del efecto en su estudio sobre la anorexia son, de hecho, los más grandes de cualquier trastorno psiquiátrico investigado hasta la fecha.
Esto significa que las personas con anorexia mostraron reducciones en el tamaño y la forma del cerebro entre dos y cuatro veces mayores que las personas con afecciones como depresión, TDAH o TOC. Los cambios observados en el tamaño del cerebro para la anorexia podrían atribuirse a reducciones en el índice de masa corporal (IMC) de las personas.
Con base en los resultados, el equipo enfatiza la importancia del tratamiento temprano para ayudar a las personas con anorexia a evitar cambios cerebrales estructurales a largo plazo.