Las personas difieren significativamente en el rendimiento de su memoria. Investigadores de la Universidad de Basilea han realizado un estudio que ha descubierto que determinadas señales cerebrales están relacionadas con estas diferencias.
Si bien es bien sabido que ciertas regiones del cerebro desempeñan un papel crucial en los procesos de la memoria , hasta ahora no ha quedado claro si estas regiones exhiben actividades diferentes a la hora de almacenar información en personas con mejor o peor rendimiento de la memoria.
En el estudio de imágenes funcionales sobre la memoria más grande del mundo, pidieron a casi 1.500 participantes de entre 18 y 35 años que miraran y memorizaran un total de 72 imágenes. Durante este proceso, los investigadores registraron la actividad cerebral de los sujetos mediante resonancia magnética. Luego se pidió a los participantes que recordaran tantas imágenes como fuera posible y, al igual que en la población general , hubo diferencias considerables en el rendimiento de la memoria entre ellos.
En ciertas regiones del cerebro, incluido el hipocampo, los investigadores encontraron una asociación directa entre la actividad cerebral durante el proceso de memorización y el rendimiento posterior de la memoria. Los individuos con mejor memoria mostraron una mayor activación de estas áreas del cerebro. No se encontró tal asociación para otras áreas cerebrales relevantes para la memoria en la corteza occipital ; eran igualmente activas en individuos con todos los niveles de rendimiento de la memoria.
Los investigadores también pudieron identificar redes funcionales en el cerebro relacionadas con el rendimiento de la memoria. Estas redes comprenden diferentes regiones del cerebro que se comunican entre sí para permitir procesos complejos como el almacenamiento de información.
Según los investigadores, los resultados son de gran importancia para futuras investigaciones destinadas a vincular características biológicas como los marcadores genéticos con las señales cerebrales. El objetivo de este proyecto es comprender mejor los procesos de la memoria y transferir los hallazgos de la investigación básica a aplicaciones clínicas.