La Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) han publicado una guía para tratar los problemas y enfermedades mentales que se generan a raíz de las crisis humanitarias. Tanto los adultos como los niños afectados por situaciones de emergencia experimentan un número importante de problemas neurológicos así como de abuso de sustancias.
La Guía de Intervención Humanitaria publicada por estos organismos contiene recomendaciones para la gestión de estas situaciones en el terreno para que los profesionales de la salud no especialistas en emergencias humanitarias sepan qué hacer en estos casos de problemas mentales allá donde el acceso a especialistas y las opciones de tratamiento son limitadas.
Es una herramienta sencilla y práctica que tiene como objetivo apoyar los servicios de salud generales en zonas afectadas por situaciones de emergencia humanitaria en la evaluación y gestión del estrés, el dolor, la depresión, el trastorno de estrés postraumático, la psicosis, la epilepsia, el tratamiento con personas con discapacidad intelectual, el consumo de sustancias dañinas y el riesgo de suicidio.
El objetivo principal es que a través del conocimiento que se adquiere con esta guía, los profesionales sepan identificar los problemas mentales de las víctimas de las emergencia humanitarias a través de una serie de módulos que permitirán la evaluación del estado de salud de los afectados.
Según cifras facilitadas por ACNUR y la OMS, unos ochenta millones de personas están actualmente afectadas por situaciones de emergencia humanitaria derivadas de desastres naturales ode conflictos armados, principalmente en la República Centroafricana, Sudán, Yemen, Siria o, más recientemente, Nepal. El 10% acaba sufriendo trastornos mentales o depresión.