Una nueva investigación apuesta por el uso de fármacos antihipertensivos en el tratamiento de la enfermedad de Parkinson. Sobre esta conclusión se desarrolla la tesis de Carmen Labandeira, neuróloga del Complejo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO). En este estudio, se profundiza en la relación entre el síndrome metabólico y las enfermedades neurodegenerativas, un binomio cuya conexión, abordaje terapéutico y posibles soluciones se vienen analizando en los últimos años desde diferentes enfoques.
Las grandes patologías neurodegenerativas como la enfermedad de Alzheimer o la enfermedad de Parkinson constituyen en la actualidad una epidemia silenciosa. Pese a que todavía no existe una cura efectiva, se han identificado diversos factores que aumentan el riesgo de aparición y la progresión de estas enfermedades neurodegenerativas.
Entre esos factores se han identificado algunas enfermedades también muy frecuentes como la diabetes o el denominado síndrome metabólico. Se entiende por síndrome metabólico la existencia de, al menos, tres de las siguientes alteraciones metabólicas en el mismo paciente: niveles altos de glucosa o triglicéridos, descenso del colesterol HDL, hipertensión y obesidad de predominio abdominal. El control de estas enfermedades o tratamientos ya utilizados en las mismas podrían resultar de utilidad para combatir la neurodegeneración.
Según este estudio, realizado en conjunto con el grupo de Neurología Molecular y Celular de la Enfermedad de Parkinson del CiMUS y publicado en NPJ Parkinson´s disease, han descubierto que un receptor, el tipo 1 de angiotensina (AT1), presente en los vasos sanguíneos y con un papel relevante en la hipertensión arterial, también es abundante en las neuronas que se mueren en el párkinson y en las células gliales del cerebro que promueven la neuroinflamación que acompaña a la neurodegeneración.
Ese receptor se bloquea desde hace años mediante medicamentos antihipertensivos muy utilizados. Recientemente han observado que tanto en pacientes con párkinson como con síndrome metabólico o sus componentes principales, como diabetes, se generan autoanticuerpos que sobreactivan los receptores AT1.
Concretamente, esos autoanticuerpos aumentan la muerte de neuronas dopaminérgicas (las que degeneran en la Enfermedad de Parkinson) y aumentan la neuroinflamación, y que ambos efectos pueden bloquearse con los mencionados fármacos antihipertensivos.