Según una nueva investigación de la Universidad de East Anglia (Reino Unido), incluir arándanos a la dieta podría ayudar a mejorar la memoria y el funcionamiento neuronal, y reducir el colesterol ‘malo’, destacando el potencial neuroprotector de los arándanos sobre tres aspectos de la función cerebral.
Estudios anteriores han demostrado que una mayor ingesta de flavonoides en la dieta se asocia con tasas más lentas de deterioro cognitivo y demencia. Y se ha descubierto que los alimentos ricos en antocianinas y proantocianidinas, que dan a las bayas su color rojo, azul o púrpura, mejoran la cognición. En concreto, esta investigación es una de los primeras en examinar los arándanos y su impacto a largo plazo en la cognición y la salud cerebral en humanos.
El equipo de investigación estudió los beneficios de consumir el equivalente a una taza de arándanos al día entre personas de 50 a 80 años. Los resultados mostraron que consumir arándanos mejoró tres aspectos de la función cerebral: mejoró significativamente la memoria de los eventos cotidianos de los participantes (memoria episódica visual), el funcionamiento neuronal y el suministro de sangre al cerebro (perfusión cerebral).
El grupo que consumió arándanos también exhibió una disminución significativa en los niveles de colesterol LDL, conocido como el colesterol ‘malo’, que se sabe que contribuyen a la aterosclerosis, el engrosamiento o endurecimiento de las arterias causado por la acumulación de placa en el revestimiento interno de una arteria. Esto respalda la idea de que los arándanos pueden mejorar la salud vascular y pueden contribuir en parte a mejorar la perfusión cerebral y la cognición.