El TDAH es un trastorno que ha sido, como todas las enfermedades, objeto de evaluaciones sociológicas, culturales, biológicas, psicológicas, psicopatológicas, médicas en los últimos años. Se ha dicho del TDAH que estaba sobredimensionado. Seria muy interesante ver el consumo de los fármacos en las diversas regiones españolas y ver cual es la población estimada en función de la prevalencia de alrededor de un 3% de la población. Personalmente no creo que esté sobrediagnósticado ni sobrevalorado. En segundo lugar es un trastorno que debemos de estar contentos porque los estudios que se hacen en las diversas universidades, hospitales, y centros españoles tienen un prestigio y una calidad muy buena. Desde el punto de vista terapéutico quizás tendríamos que incrementar la coordinación entre las sociedades científicas, las instituciones asistenciales, la atención primaria y la atención hospitalaria, ver como hacer seguimientos a lo largo de toda la vida, teniendo en cuenta que el diagnóstico empieza en las primeras edades de la vida. Es importante no considerarlo solo un trastorno de la infancia. En este sentido quizás los mayores avances que se han hecho en los últimos tiempos han sido insistir en estos aspectos de la continuidad asistencial y terapéutica.