La asociación Luz de La Mancha, que reúne a personas con enfermedad mental y familias cuidadoras, tiene en circulación una exposición itinerante de 30 cuadros al óleo realizados por varios usuarios del Centro de Rehabilitación Psicosocial y Laboral (CRPSL) de Alcázar de San Juan (Ciudad Real). Este año es el tercero que la asociación organiza un taller terapéutico de pintura artística, y el segundo en el que se organiza una muestra, bajo el título Creatividad y Salud Mental, que ha recorrido municipios manchegos.
Varios son los pueblos que han acogido la serie pictórica, como el caso de Campo de Criptana, Herencia, Mota del Cuervo, Villafranca de los Caballeros, Quintanar de la Orden y Villarrubia de los Ojos. Desde este lunes y hasta el 13 de julio, el hospital Mancha Centro de Alcázar de San Juan constituye la última sala expositiva. La Diputación Provincial de Ciudad Real ha financiado las dos terceras partes del coste del taller y de esta actividad cultural. El resto ha corrido a cargo de los fondos propios de la asociación, que lucha lucha contra el estigma social de los enfermos mentales, impartiendo charlas en institutos para que la complejidad de sus problemas sea mejor conocida.
El taller de arteterapia es impartido por una artista voluntaria, María Luisa Sánchez Bermejo, que ha expuesto en Barcelona y Valencia, en países como Italia, Francia y Holanda. Sánchez defiende que la pintura produce efectos positivos en la salud mental de sus alumnos, algo que comprueba a diario. Durante los cinco meses de clases, en un intervalo de dos días por semana, los participantes viven una experiencia reconfortante mientras se sumergen en la pintura.
El taller es una actividad motivacional que aumenta la autoestima de los beneficiados después de sentirse «satisfechos de hacer esto con sus manos y su imaginación», indica Leandro Ocón, presidente de la asociación. Por el momento, reproducen láminas originales, aplicando la misma técnica, pero algunos, como Benigno, ya están firmando obras propias. «Las personas que padecen depresión, trastorno bipolar, esquizofrenia o trastornos de personalidad gozan de una creatividad extraordinaria, piensan y ven el mundo de otra manera», aseguran desde la asociación.
En suma, el trabajo y la dedicación constituyen el mejor medicamento que necesitan los usuarios de estos servicios asistenciales, para que se inserten en el mundo laboral y se sientan reconocidos.