El C.H. San Luis de Palencia acogerá, el día 19 de septiembre, la IV Jornada Nacional sobre Esquizofrenia, bajo el nombre “Esquizofrenia y Ciclo Vital”, que abordará diversos aspectos de la enfermedad mental en las distintas etapas de la vida, así como los tratamientos más adecuados en cada tipología y edad.
La esquizofrenia en las personas mayores es un trastorno relativamente poco estudiado que, con frecuencia, no está adecuadamente diagnosticado y tratado. Aunque la mayor parte corresponde a casos que se iniciaron en la juventud, otras veces se trata de casos de inicio tardío, que pueden plantear problemas de diagnóstico diferencial con otras patologías, como la enfermedad de Alzheimer, o la demencia con cuerpos de Lewy.
“Actualmente hay alrededor de 48.000 personas mayores con esquizofrenia en nuestro país, un dato que se verá incrementado a lo largo de los próximos años debido al progresivo envejecimiento de la población; y la mayoría no recibe un tratamiento adecuado a sus necesidades asistenciales, nivel funcional y cognitivo” afirma Manuel Martín Carrasco, Director del Instituto de Investigaciones Psiquiátricas de la Fundación Mª Josefa Recio de Pamplona. Manuel Martín subraya también la importancia de la“intervención precoz e integral, con una evaluación completa de la situación clínica del paciente y de las necesidades concretas en cada caso”.
Una vez efectuado el diagnóstico, se comenzará la terapia farmacológica, una dosis baja que se irá incrementando de forma gradual, para poder analizar de manera adecuada la respuesta al tratamiento, que en personas mayores es más lenta.
En el análisis de la evolución de la respuesta conviene tener en cuenta, además, que en pacientes mayores es frecuente el olvido o la toma de una dosis inadecuada de fármacos.
Tratamiento Integral
En los últimos años se ha empezado a ver los efectos beneficiosos de combinar el tratamiento antipsicótico con otras técnicas como la psicoterapia o las intervenciones psicosociales, en personas mayores con esquizofrenia.
El abordaje interdisciplinar es la mejor forma de tratar esta enfermedad, que requiere un enfoque integral que abarque no solo el tratamiento farmacológico, sino también las aspectos psicoterapéuticos; que incluyen cambios ambientales y sociales, e implicación por parte de los cuidadores, para lograr crear un entorno protector y estimulante.
El paciente debería ser evaluado al menos por un psiquiatra, un enfermero especialista en salud mental, un psicólogo y un trabajador social, que mantendrán informado siempre al equipo de atención primaria (médico, enfermera). Y en los casos de pacientes institucionalizados, es importante contar con la colaboración con un terapeuta ocupacional.
Fotografía: SHINELESS