Este fin de semana el diario El País recordaba la historia de John Nash, un matemático de 86 años con esquizofrenia que acaba de recibir el Premio Abel, el galardón anual otorgado por el Rey de Noruega a un matemático destacado. Nash convive con esta enfermedad mental desde hace décadas -se le detectó a los 29 años- pero eso no le ha impedido ser considerado uno de los mejores matemáticos de la historia e inspirar la novela Una mente maravillosa, de Sylvia Nasar que posteriormente llegó al cine protagonizada por Russell Crowe.
El investigador de la Universidad de Princeton recibió el considerado “Nobel de Matemáticas”, por su trabajo sobre las ecuaciones diferenciales parciales, una teoría que ha tenido enorme repercusión en diversos ámbitos científicos, desde la química y la física cuántica, a la biología de sistemas o las finanzas y que es uno de los múltiples logros de Nash. Sin embargo su mayor éxito personal fue la forma de batallar contra la esquizofrenia paranoide que padecía y cómo aprendió a vivir con las alucinaciones que le producía, ignorándolas por completo. Nash ya fue premiado en 1994 con el Premio Nobel de Economía por su contribución a la teoría de juegos, con lo que se convierte en uno de los matemáticos con mayor reconocimiento.
«Los avances de la ciencia ayudarán a disminuir el estigma de las enfermedades mentales, como ya ocurrió con otros males, como las úlceras de estómago, que se pensaban que eran psicosomáticas y luego se descubrió que era una bacteria que se trata con antibióticos» declaraba Nash hace tan solo unos años. Lo que sin duda ya ha logrado es superar la enfermedad y demostrar que a pesar de tener graves daños cerebrales provocados por la esquizofrenia se puede ser igualmente brillante en cualquier aspecto de la vida.