Science engineer using microscope to analyze dna sample in laboratory. Woman biologist working with microscopic glass lens on lab tool and computer, wearing protective goggles and gloves.
Investigadores del Instituto Lieber para el Desarrollo del Cerebro (LIBD), en Estados Unidos, han descubierto cómo la dopamina química del cerebro se relaciona con la esquizofrenia, el trastorno cerebral a menudo devastador caracterizado por el pensamiento delirante, las alucinaciones y otras formas de psicosis.
A través de su exploración de la expresión de los genes en el núcleo caudado, una región del cerebro vinculada a la toma de decisiones emocionales, los investigadores encontraron pruebas físicas de que las células neuronales son incapaces de controlar con precisión los niveles de dopamina, y también identificaron el mecanismo genético que controla el flujo de dopamina.
La dopamina, un tipo de neurotransmisor, actúa como un mensajero químico que envía señales entre las neuronas para cambiar su actividad y comportamiento. Es el neurotransmisor de recompensa que permite a las personas sentir placer.
Los científicos saben desde hace décadas que los niveles irregulares de dopamina tienen cierta relación con la psicosis y son un factor crítico en la esquizofrenia, la enfermedad de Alzheimer y otros trastornos neuropsiquiátricos. Se sabe que los fármacos que aumentan la dopamina en el cerebro, como las anfetaminas, provocan psicosis. Los fármacos que tratan la psicosis lo hacen reduciendo la actividad de la dopamina.
Según este nuevo estudio, publicado en la revista ‘Nature Neuroscience’, la dopamina transmite información en el cerebro interactuando con unas proteínas situadas en la superficie de las células cerebrales, llamadas receptores de dopamina. Al estudiar esos receptores, los científicos del Instituto Lieber han aportado nuevas pruebas que confirman que la dopamina es un factor causal de la esquizofrenia.
Los investigadores examinaron cientos de cerebros post-mortem, algunos con esquizofrenia y otros sin enfermedad psiquiátrica. Decidieron centrarse en el núcleo caudado, una parte del cerebro de importancia crítica para el aprendizaje de ideas y conductas complejas más automáticas e intuitivas, pero también porque tiene el suministro más rico de dopamina del cerebro.
También estudiaron una región del genoma humano que grandes estudios genéticos internacionales han identificado como relacionada con el riesgo de esquizofrenia. Esta región contiene los genes de los receptores de proteínas que responden a la dopamina, lo que apunta a la conexión entre dopamina y esquizofrenia.
El mecanismo existe específicamente en un subtipo del receptor de la dopamina, llamado autorreceptor, la terminal presináptica. Este autorreceptor regula la cantidad de dopamina que libera la neurona presináptica. Si los autorreceptores están comprometidos, el flujo de dopamina dentro del cerebro está mal controlado, y fluye demasiada dopamina durante demasiado tiempo.
Los investigadores descubrieron que la disminución de la expresión de este autorreceptor en el cerebro explica la evidencia genética del riesgo de enfermedad. Esto concuerda con la hipótesis predominante de que el exceso de dopamina desempeña un papel importante en la psicosis.