Sad, tired young man with a beard in front of a mirror, covers his face with his hand, mental health concept.
La esquizofrenia puede estar asociada con la formación excesiva de conexiones sinápticas hiperactivas y de gran tamaño entre los nervios del cerebro, sugiere un modelo de ratón y un estudio post mortem humano publicado en Science Advances por investigadores de RIKEN. Este hallazgo apunta a posibles nuevos modos de tratamiento para este desafiante trastorno cerebral.
Las sinapsis son lugares del cerebro donde las células nerviosas se conectan y se envían mensajes entre sí. Según los investigadores, estas sinapsis «aristocráticas» extragrandes y extrafuertes pueden eludir la integración «democrática» normal de las entradas de todas las sinapsis, tomando así control sobre la activación de las neuronas que reciben entradas de las sinapsis. Se cree que esto afecta el desempeño de la memoria de trabajo, un aspecto clave de los síntomas de la esquizofrenia. Las sinapsis extrafuertes se encontraron en dos tipos de ratones genéticamente modificados que generalmente se consideran modelos animales de esquizofrenia.
Una evidencia convincente de la relevancia de los hallazgos en ratones para los humanos llegó con el descubrimiento de que las sinapsis extrafuertes eran más abundantes en muestras de tejido cerebral post mortem de pacientes con esquizofrenia que en las de controles comparables.
Una de las razones por las que la fuerza de las sinapsis se había ignorado en gran medida anteriormente es que las sinapsis son muy difíciles de manipular y estudiar. El equipo de investigadores ahora pretende buscar evidencia que respalde su hipótesis en tejido humano procedente de cerebros vivos. Si bien las muestras no se pueden tomar de manera ética o segura directamente del cerebro de un paciente, se pueden extraer del tejido extirpado quirúrgicamente que rodea los tumores cerebrales de glioma.
La investigación tiene implicaciones potencialmente profundas para el tratamiento de la esquizofrenia . Dado que las sinapsis extrafuertes son muy estables y difíciles de alterar, las drogas podrían no ser la mejor solución. Un mejor enfoque podría ser explorar técnicas que afecten a los circuitos del cerebro mediante neurorretroalimentación, estimulación eléctrica o magnética.