Un estudio, realizado por investigadores de la Universidad de Toronto ha descubierto que mantener vivas las sensaciones frente al estrés es fundamental para el bienestar, particularmente para aquellos que se han recuperado de la depresión.
En el estudio de neuroimagen más grande hasta la fecha de la psicoterapia para prevenir la recaída y la recurrencia de la depresión, los investigadores vincularon la depresión pasada con una mayor tendencia a cerrar el procesamiento sensorial cuando se enfrentan a un factor de estrés emocional. También encontraron que bloquear la sensación se relaciona con un mayor riesgo de recaída depresiva.
La investigación explica por qué es tan importante trabajar para seguir sintiendo. Sienta las bases para ver que el estrés emocional en realidad nos roba la sensación, y para deshacer el estrés, debemos contrarrestar este efecto inhibidor.
El estudio, publicado recientemente en la revista ‘NeuroImage: Clinical‘, incluyó a 166 participantes que se habían recuperado de la depresión pero eran vulnerables a un episodio futuro. Fueron divididos en dos grupos. Durante un período de ocho semanas, un grupo se sometió a una terapia cognitiva centrada en el bienestar, mientras que el otro grupo se sometió a una terapia cognitiva basada en la atención plena.
Tras dos años de estudios, con seguimiento cada dos meses, los investigadores descubrieron en los escáneres cerebrales de aquellos que recayeron que tenían más tendencia a «cerrarse». Las partes de su cerebro que controlan las sensaciones se apagan con más frecuencia que aquellos que no habían recaído.
El estudio podría ayudar a los investigadores clínicos a crear nuevas evaluaciones sobre la inhibición sensorial como marcador de riesgo de depresión. Eventos aparentemente menores pueden desencadenar sentimientos más profundos de insuficiencia e inutilidad en las personas con antecedentes de depresión. Si la persona suprime estas sensaciones corporales, sus pensamientos se convertirán en más reacciones depresivas.