Cuando tenemos la sospecha de que existe riesgo de suicidio en una persona cercana debemos prestar atención a una serie de síntomas y señales que pueden aparecer en este familiar. Verlo más triste, sin proyectos de futuro, sin esperanza, muy pesimista, que llore con frecuencia, que se aisle, que no se comunique o que deje de hacer sus actividades habituales. Las personas que nos hablan de ideas de quitarse de en medio siempre hay que tenerlo en cuenta y consultarlo con el médico.