Los niveles más altos de la hormona del estrés cortisol pueden aumentar el riesgo de desarrollar depresión, según una nueva investigación del Trinity College de Dublín. Esto podría determinar marcadores de riesgo biológicos preexistentes de depresión y otras secuelas de salud mental después de la exposición a un nuevo factor estresante.
Investigadores del Estudio Longitudinal Irlandés sobre el Envejecimiento (TILDA) encontraron que los niveles más altos de cortisol en adultos mayores, medidos a partir de muestras de cabello recolectadas en 2014, se asociaron con una mayor probabilidad de depresión durante los primeros meses de la pandemia de COVID-19, seis años después.
Se cree que el cortisol medido en el cabello refleja la exposición previa al estrés, así como otros factores biológicos y psicológicos , que aún no se han determinado por completo. A veces se observan niveles más altos en personas que actualmente están deprimidas, pero los hallazgos sugieren que el cortisol, medido de esta manera, también puede ayudar a predecir quién es vulnerable a la depresión en el futuro, tras un período de mayor estrés.
El cortisol está relacionado con los procesos de envejecimiento rápido y lento y el estrés es un determinante importante de estos y de nuestro envejecimiento biológico.
Según los investigadores, los hallazgos son importantes para comprender quién puede estar en mayor riesgo y pensar en posibles medidas de protección para el futuro.