Una nueva investigación está pintando una imagen más clara de los primeros signos de la esclerosis múltiple (EM), y muestra que las personas que la padecen tienen casi el doble de probabilidades de experimentar enfermedades mentales en los años previos a la aparición de las enfermedades.
El estudio, publicado en Neurology , sugiere que las condiciones psiquiátricas como la ansiedad y la depresión pueden ser parte de una fase prodrómica de la EM: un conjunto de síntomas preliminares y pistas que surgen antes de los síntomas clásicos de la EM.
La EM es un trastorno autoinmune en el que el sistema inmunológico ataca la vaina protectora (mielina) que cubre las fibras nerviosas, interrumpiendo las comunicaciones hacia y desde el cerebro. Reconocer la EM suele ser un desafío para los profesionales médicos porque sus síntomas son variados y fácilmente confundidos con otras afecciones. Para muchos pacientes, esto significa que el camino hacia un diagnóstico puede ser largo y lleno de incertidumbre.
El equipo de investigadores ha estado trabajando para caracterizar mejor las primeras etapas de la EM con la esperanza de facilitar una detección más temprana y una posible intervención. Los períodos prodrómicos están bien establecidos en otras enfermedades como el Parkinson, donde las personas experimentan síntomas como estreñimiento años antes de que comiencen las deficiencias motoras clásicas.
Para el estudio, los investigadores examinaron los registros médicos de 6.863 pacientes con EM en Columbia Británica. Observaron la prevalencia de afecciones de salud mental, incluidas depresión, ansiedad, trastorno bipolar y esquizofrenia, en los cinco años anteriores a que los pacientes desarrollaran signos clásicos y médicamente reconocidos de EM. Estos pacientes con EM se compararon con 31.865 pacientes sin EM.
Los hallazgos revelaron que los pacientes con EM padecían enfermedades mentales casi el doble que la población general, un 28,0% y un 14,9% respectivamente. El uso de atención médica para síntomas psiquiátricos (incluidas visitas a médicos y psiquiatras, recetas y hospitalizaciones) también fue consistentemente mayor entre los pacientes con EM.