El 44% de la población general padece síntomas subclínicos de ansiedad, depresión y tristeza en Navidad, así lo asegura la psicóloga Sandra Farrera al diario Deia. “No se trata de que estas fechas sean tristes, sino de que hay personas con determinados cuadros depresivos o ansiosos, que son más vulnerables a sufrir estrés emocional durante estas fechas y su sintomatología se agrava”, explica. Al contrario de lo que se pueda pensar de forma masiva, la Navidad no lleva implícita la tristeza.
Las personas que más lo sufren son aquellas que han perdido a un ser querido y están pasando un duelo, personas que afrontan procesos de separación, que presentan problemas económicos… “Cada vez más personas tienen familiares fuera, también hay muchas que están solas”, continua la doctora. “Las situaciones de estrés negativo empeoran los síntomas de todos ellos en estas fechas. Son días de compras, de comer, de beber, de muchos gastos extras. Y cómo son fiestas dirigidas a los niños, nos sentimos habitualmente más obligados”. Asimismo, los familiares que no han padecido depresión o ansiedad les cuesta entender ese comportamiento. Son días alegres para ellos y no entienden o desconocen que estas fechas navideñas agravan los síntomas de las personas con trastornos del estado de ánimo.
Estas personas pueden pasar unas mejores Navidades recordándoles que es normal estar más triste en Navidad si padecen ansiedad o depresión y que tras pasar estos días de “obligaciones familiares y/o sociales”, donde se espera que estén alegres, se encontrarán mejor. También buscando actividades de ocio personal como salir a pasear, hacer ejercicio físico, ir al cine, al teatro o actividades donde no haya grupos. Y por supuesto, pidiendo ayuda. Si creen que necesitan ayuda que no esperen a que pasen las fiestas y que la soliciten enseguida.
Los familiares también pueden ayudar a que estas personas puedan pasar unas mejores Navidades no forzándoles o exigiéndoles estar alegres, agradeciéndoles el esfuerzo de antemano por la presencia y por participar. También se ha de evitar que sean el centro de atención en las reuniones y no preguntarles continuamente sobre el estado de ánimo. Por último es positivo reír en grupo ya que la risa es contagiosa y aumenta el estado de ánimo y la sensación de bienestar a todos. Los sentimientos de tristeza se intensifican, sobre todo, en las personas con sintomatología de estrés y depresión que no siguen tratamientos médicos. Las personas que van a consulta han aprendido a manejar emociones y saben mejor cómo afrontar los sentimientos que afloran en Navidad.