Investigadores del Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas han colaborado en un estudio que ha demostrado que las alteraciones en la composición de la microbiota intestinal, provocadas por la separación de la madre en la infancia, son responsables del desarrollo de trastornos del comportamiento que persisten hasta la edad adulta.
Experimentar eventos traumáticos durante la niñez está asociado a un mayor riesgo de desarrollo de enfermedades psiquiátricas, metabólicas e intestinales en la edad adulta, aunque los mecanismos por los que se produce este fenómeno en patologías tan diversas se desconocen. Según el estudio publicado en la revista Nature Communications, el estrés prolongado, provocado por la separación de la madre en roedores recién nacidos, utilizado como modelo de trauma en la infancia, provoca una disfunción en el eje hipotalámico-hipofisario-adrenal, uno de los principales sistemas de control neuroendocrino del organismo. Esto, a su vez, ocasiona alteraciones en diversas funciones fisiológicas, afectando, entre otros, al sistema digestivo, al sistema nervioso central y a las emociones.
En este trabajo se ha demostrado que la separación de la madre en la infancia provoca alteraciones en la composición y funciones de la microbiota intestinal relacionadas con la síntesis de neurotransmisores que, a su vez, son responsables del desarrollo de trastornos del comportamiento como la ansiedad, lo que podría aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades psiquiátricas como la depresión en la edad adulta.
Según indican desde el CSIC, existen evidencias sobre la función que la microbiota intestinal ejerce en el desarrollo, la maduración y el funcionamiento cerebral y, por tanto, sobre su efecto en la salud mental. Los resultados de este trabajo podrían aplicarse en un futuro en la modulación de la microbiota intestinal a través de la dieta, por ejemplo, mediante el uso de bacterias beneficiosas conocidas como probióticos, que podrían ayudar al correcto desarrollo del eje intestino-cerebro y a mejorar el estado de salud mental.