La actividad física ayuda a reducir la ansiedad y aumentar la confianza en sí mismos en las personas mayores, según un nuevo estudio llevado a cabo por el profesor Eli Carmeli del departamento de fisioterapia de la Universidad de Haifa en Israel. Previamente ya se había demostrado que el ejercicio moderado ayuda a prevenir y hacer frente a las enfermedades relacionadas con el envejecimiento. Estos conocimientos ahora se amplían tras estudiar si el ejercicio también tenía un efecto sobre la ansiedad.
Los investigadores trabajaron con dos grupos de ratones de 17 meses, que se considera una edad grande para los roedores, y los pusieron en una “prueba”, que los llevó a ser ansiosos. Un día después, uno de los grupos fue sometido a ejercicio en una pista durante tres meses, mientras que el grupo de control fue expuesto a las mismas condiciones de ruido y ubicación, pero no se les permitió correr. Pasado este tiempo se examinó el comportamiento psico-motor conectado al movimiento para medir la cantidad de ansiedad, la curiosidad y la autoconfianza de los ratones de edad avanzada. Los investigadores encontraron que los que se habían ejercitado estuvieron significativamente más móviles que el grupo de control y sufrieron mucho menos ansiedad.
Según este estudio el ejercicio aumentó la actividad del cerebro mediante la creación de nuevas sinapsis entre los nervios lo que propició que se redujera la ansiedad. Al mismo tiempo, el autor principal del estudio Eli Carmeli asegura que «el ejercicio mejoró la condición física de los ratones de edad y que esto también mejoró su autoestima». Aunque el estudio estuvo realizado sobre ratones se cree que tendría los mismos efectos en personas de la tercera edad.