La sociedad científica Socidrogalcohol ha mostrado su preocupación por el consumo de alcohol en menores, caracterizada por una muy baja percepción de riesgo. La encuesta ESTUDES, referida a 2014-2015, y realizada por el Plan Nacional sobre Drogas, confirman que el alcohol y el tabaco, seguidos del cannabis siguen siendo las drogas más consumidas por los estudiantes españoles. Francisco de Asís Babín, delegado para el Plan Nacional sobre Drogas, ha expuesto que si bien el consumo intensivo de alcohol ha descendido en esta última encuesta, las prevalencias continúan en niveles muy elevados: “Casi 8 de cada 10 estudiantes reconoce haber bebido alguna vez. Por ello es necesario promover un amplio debate social, con la participación de todos los actores concernidos, que desemboque en una mayor concienciación sobre este problema”.
“El alcohol y las drogas gustan porque activan el circuito de recompensa cerebral y producen inmediatamente sensaciones agradables de bienestar, euforia o relajación”, así ha explicado Josep Guardia, Psiquiatra del Hospital Sant Pau de Barcelona y miembro de la junta de Socidrogalcohol. Factores neurobiológicos contribuyen al desarrollo de una conducta adictiva. “A diferencia de los alimentos o del agua, no producen saciedad sino más bien el efecto contrario, que lleva a repetir su consumo y a un deterioro del autocontro», ha añadido. El consumo reiterado de una sustancia puede generar un estado de necesidad biológica en el que hay una necesidad de auto-administrarse dicha sustancia.
El alcoholismo es una enfermedad adictiva grave que afecta al cerebro. Las evidencias neurobiológicas sugieren que cualquier persona puede desarrollar una adicción, si se encuentra sometida a factores ambientales como el estrés intenso o bien farmacológicos como la administración de agonistas de los receptores dopaminérgicos, ya que tanto unos como otros pueden incrementar la vulnerabilidad hacia la adicción. Los factores más importantes para la recuperación de la adicción son el esfuerzo personal del enfermo adicto y el tratamiento especializado. Si el paciente se esfuerza por seguir las instrucciones de los expertos, es probable que se recupere de su adicción, pero si no recibe un tratamiento especializado, aunque consiga recuperarse es probable que su recuperación no sea estable.
La mayoría de enfermos adictos no siguen un tratamiento. Toman sus propias decisiones y, en lugar de avanzar en el proceso de recuperación, se van hundiendo progresivamente, dado que las consecuencias familiares, laborales y los trastornos médicos y psiquiátricos, que se van sumando a la adicción, contribuyen al empeoramiento progresivo de su enfermedad adictiva. Por este motivo han destacado en la necesidad de acudir a los recursos especializados y que sea desde atención primaria desde donde se detecte la problemática y se haga la derivación.